Descansaba durante el día
según recomendación de mi doctor, al darme el
alta después del ataque al corazón. Todo el día dormitando en el sofá, viendo
futbol, películas, o cualquier cosa que echaran. Y, claro, al llegar la noche,
no tenía sueño. No podía dormir de ninguna manera, cansado de dar vueltas en la
cama. Y comencé salir y rondar por las calles y a encontrar a otros solitarios
vagabundos. Cada uno con sus historias, sus miserias, sus fracasos. Al final,
encontramos un punto de encuentro. Simplemente, nos pusimos a mirar las
estrellas y a buscar nuestra estrella errante. Con constancia, todos la
encontramos.
Relat enviat al Concurso Relatos en cadena, en que cada nou relat ha de començar amb la darrera frase del relat guanyador de la setmana anterior. Relats de 100 paraules
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