Si no, me habría vuelto loco
de tanto pensar. Correr sin rumbo, sin pensar en nada. Como un robot. Después
de lo que pasa en Israel y Gaza, de los lamentos de una madre en un campamento
de refugiados en Grecia con una niña enferma desatendida, de las llamadas de
socorro desatendidas en el Mediterráneo, del libro sobre las masacres de los
hutus en Ruanda, incluso de los cinco asesinatos de mujeres en una semana, de
la desaparición de dos niñas y la muerte del hijo por parte de su padre aquí en
España, ¿¿aún alguien me quiere convencer de la bondad de la raza humana??
Relat enviat al Concurso Relatos en cadena, en que cada nou relat ha de començar amb la darrera frase del relat guanyador de la setmana anterior. Relats de 100 paraules
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